martes, 14 de febrero de 2012

El juego en sociedad (II)


Cuando un hombre o una mujer está jugando, y se consideran damas o caballeros, deben jugar con la mayor finura o urbanidad que puedan. Los caballeros siempre le deben dedicar a las mujeres mil y un atenciones, y estas no deben abusar de las mismas, por ser, simplemente, una mujer. En el momento en que se distribuyen los naipes, en un juego de cartas, los caballeros no deben arrojarlas sobre la mesa, las que van a corresponder a las mujeres, para que ellas las tengan que levantas, sino que se las deben dar, de una manera atenta. Lo mismo debe hacer, si se las da a un caballero, ya que se merece la misma consideración, aunque no sea una dama. Más fino y amable va a aparentar, si lo hace con todas las personas de la mesa. Las discusiones, que suelen ser muy normales, en estos casos, no deben tomarse como algo serio o importante. Jamás se deben elevar al grado de discusión. Si no podemos llegar a un acuerdo, empleando la fuerza de la razón, lo mejor es que la persona “inferior” ceda a la persona “superior” y el caballero ante la señora. Cuando jugamos, lo primero que debemos recordar es que ganar no es lo importante, sino que, durante el jugo, vamos a poder alternar, conocer, a otras personas. Debemos verlo como un pasatiempo 100% y si le damos demasiada importancia a las jugadas, si nos preocupamos por ellas, le estamos dando una importancia que no tiene.
Foto: fuente

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