jueves, 23 de febrero de 2012

El tema de la puntualidad


La puntualidad es algo básica, una de las primeras normas, de una buena educación. No tenemos que ser más o menos puntuales, si no que debemos ser SIEMPRE puntuales, llegar a la hora que tenemos establecida. La puntualidad es importante, tanto en nuestra vida social, como en nuestra vida laboral.
Recuerda que no debes llegar tarde a una reunión de tu trabajo, ni llegar tarde a una cena -aunque tengas una relación de confianza con el anfitrión, con la persona que te ha invitado a dicha cena-.
La puntualidad es básica, tanto para el anfitrión, como para el invitado: el invitado no debe llegar tarde a una cena; pero, el anfitrión tampoco puede recibir a sus invitados, teniendo las cosas a media, sin tener todo preparado, para ellos.
Un buen anfitrión, jamás, le dirá a un invitado que corte el pan, ni le dirá a ningún invitado que vaya a un 24 horas a comprar una bolsa de hielo. Tampoco va a recibir a los invitados con una toalla atada a la cintura, dejando un reguero de agua, por todo el suelo de la casa, por el pasillo. Va a dar una muy mala imagen a los invitados.
Recuerda que es de tan mala educación llegar tarde, como llegar antes de la hora estipulada -en ocasiones, llegar antes es, todavía, de peor educación, ya que puede provocar un problema para el anfitrión-.Si la cena es a las 10 de la noche, ni se te ocurra llegar a las 9,30 de la noche, ya que, seguramente, vas a “pillar” al anfitrión preparando la cena o con los rulos puestos.
Foto: fuente

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