Ante cualquier duda, recuerda que es de suma importancia no violar las reglas de la etiqueta, que están marcados, para este tipo de actos, para saber como debemos ir vestidas. Es cierto que, si vamos mal vestidos, nadie nos lo va a decir a la cara; pero, si vamos bien, nos encontraremos mucho más seguras, ya que habremos aprobado en el tema del mar gusto y de la elegancia. Ten en cuenta lo siguiente:
- Debes ser la moda, no ser su esclavo. Debes demostrar ser inteligente y que sabes lo que haces. Puedes hacerle un “guiño” a las tendencias de la moda; pero, lo debes adaptar el color y el diseño, que sea más vanguardista, eso sí, bajo nuestra estética personal -recuerda que a no todo el mundo le sienta bien los mismos colores o las mismas prendas-.
-Si apuestas por la sencillez y por la discreción, nunca te equivocarás. Recurrir por prendas que son muy vistosas y arriesgadas, no siempre es la mejor solución. Lo mejor es pensarlo dos veces.
-También, es muy recomendable elegir las prendas según nuestra fisonomía. Nuestro cuerpo va a ser la percha, no tengas en cuenta como sienta a una modelo en una foto... o en el escaparate de una tienda. Debes tener en cuenta que hay ciertos colores que van a hacer que parezcamos más delgadas; que nuestra figura va a parecer más larga, gracias a las rayas verticales, los colores neutros o los trajes que son de una única pieza -como puede ser un simple vestido-. Pero, las rayas horizontales y las telas gruesas, harán que parezcamos más gordas, los estampados y los colores con más viveza y llamativos y los trajes de dos piezas -o sea, falda y blusa- nos acortan la figura.
Foto: fuente
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